Un hospital de Gaza ha sido escenario este martes de una de esas tragedias que cambian el curso de una guerra. Al menos 500 palestinos han muerto, según las autoridades de la Franja, en un bombardeo israelí a Al Ahli al Arabi, un hospital en el corazón de la capital que estaba repleto tanto de pacientes como de personas que se refugiaban de los ataques aéreos.
El ejército israelí, por contra, replica que la explosión fue fruto de un “lanzamiento fallido” de cohetes por parte de la Yihad Islámica. De confirmarse la autoría israelí, la tragedia del hospital gazatí sería una de las mayores matanzas jamás causada por un bombardeo de su ejército.
El presidente Mahmoud Abbas, quien gobierna en la ocupada Cisjordania, declaró un luto de tres días tras el bombardeo que dejó más de 500 víctimas, entre muertos y heridos, según los reportes iniciales.
“Lo que está ocurriendo es un genocidio. Llamamos a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente para detener esta masacre. El silencio es inaceptable”, dijo en un comunicado la Organización de Liberación Palestina en respuesta al ataque.
Un jefe de la defensa civil de Gaza dijo a la cadena de televisión Al Jazeera que más de 300 personas habían muerto en el hospital Al-Ahli al-Arabi. Un funcionario del Ministerio de Salud de Gaza dijo que al menos 500 personas habían muerto y resultado heridas. Ambos departamentos dependen del Gobierno de Hamás.
Antes el martes, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos Unrwa dijo que un ataque aéreo israelí había matado al menos a seis personas en una de sus escuelas que ha estado funcionando como refugio para personas desplazadas.
Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que al menos 3.000 personas han muerto en los 11 días de intensos bombardeos israelíes desde que los militantes de Hamás irrumpieron en ciudades del sur de Israel el 6 de octubre, matando a más de 1.300 soldados y civiles.