El mundo está lejos de ganar la batalla para acabar con el hambre al final de la década. A pesar de las señales de que la crisis ha dejado de empeorar, aún existen alrededor de 735 millones de personas, o 9,2% de la población, sufrían desnutrición en todo el mundo en 2022, según cinco organismos de las Naciones Unidas.
Aunque esta cifra es ligeramente inferior a la de un año antes, son 122 millones de personas más que en 2019 y significa que el mundo sigue muy lejos del objetivo de acabar con el hambre.
El acceso a los alimentos se ha visto afectado por el prolongado impacto de la crisis de covid en los ingresos y las economías, así como por el incremento en los costos de los alimentos y la energía agravado por la guerra en Ucrania. Debido al aumento del costo de una dieta saludable y a la inflación, alrededor de 2.400 millones de personas carecieron de acceso a alimentos nutritivos, seguros y suficientes durante todo el año, según un informe anual de los organismos.
Casi 600 millones de personas seguirán sufriendo hambre en 2030, 119 millones más que en un escenario en el que no se hubiera producido ni la pandemia ni la guerra en Ucrania, según el texto. Esto significa que el mundo está muy lejos del objetivo de acabar con el hambre para ese año.
El hambre seguía aumentando en Asia occidental, el Caribe y en África el año pasado. Aunque la mayoría de las personas desnutridas viven en Asia, el continente ha avanzado en la reducción del hambre, al igual que América Latina, dijeron los organismos de la ONU.
El número de personas desnutridas en todo el mundo, definidas como aquellas que regularmente no tienen suficientes calorías para llevar una vida normal y saludable, se sitúa en un rango medio de estimaciones entre 691 millones y 783 millones de personas.
El emblemático informe de las Naciones Unidas sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo fue elaborado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).