Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo parcial que negociaría una tregua en la guerra comercial y sentaría las bases para un arreglo más amplio que los presidentes Donald Trump y Xi Jinping podrían firmar a fin de año.
Como primer paso, Estados Unidos suspendió su plan de subir del 25 al 30% los aranceles a importaciones chinas por valor de 250,000 millones de dólares, después de alcanzar un acuerdo parcial con el gigante asiático, que podrían firmar durante la cumbre de la APEC en noviembre en Chile.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, confirmó que no se producirá esa subida que iba a entrar en vigor el próximo martes, poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara que había alcanzado un acuerdo parcial con China para poner fin a la guerra comercial.
Como parte del acuerdo, China aceptaría algunas concesiones agrícolas. El pacto es tentativo y está sujeto a cambios mientras Trump se prepara para reunirse con el viceprimer ministro de China, Liu He, más tarde el viernes.
El acuerdo alcanzado fue descrito por Trump como una “sustancial primera parte” que dará un respiro a la economía global y calmará a los mercados perturbados por las crecientes tensiones entre ambos países.
Sin embargo, “este acuerdo no representa el restablecimiento definitivo en las relaciones económicas entre Estados Unidos y China que Trump ha buscado desde sus primeros días en la Casa Blanca” de acuerdo con el diario The Financial Times.
Ambos países están muy cerca de terminar su guerra comercial y tomará hasta unas cinco semanas tener el acuerdo por escrito, dijo Trump a periodistas, tras conversaciones con el vicepremier chino, Liu He.