China volvió a ser el primer socio en el comercio de productos de Estados Unidos en 2020, desplazando a México, en un contexto en el que los chinos se vieron afectados por aranceles en esa relación bilateral y los mexicanos tuvieron un mayor impacto comparativo por la pandemia de Covid-19.
Por primera vez en esa clasificación, México ocupó la primera posición en 2019, luego de que China superará a Canadá en 2015 y se mantuviera como líder en los siguientes tres años.
México tiene como principal ventaja su cercanía con el mercado estadounidense y una perspectiva favorable con las tendencias de deslocalización (nearshore) y la contratación interna (inshoring), dada la alta integración de sus cadenas de valor industriales con Estados Unidos.
La deslocalización es un tipo de subcontratación de una actividad con salarios más bajos que en el propio país, que se encuentra relativamente cerca en la distancia; mientras que la contratación interna consiste en un proceso de revertir una contratación externa.
Pero a pesar de ello, México tuvo una participación de 14.3% en el total de mercancías intercambiadas con Estados Unidos en 2020, una reducción frente a su máximo histórico alcanzado un año antes, de 14.8 por ciento.
En forma desglosada, de 2019 a 2020, la porción de México en el total de importaciones estadounidenses de bienes se redujo de 14.3 a 13.9%, a la vez que su participación como destino en el total de exportaciones estadounidenses decreció de 15.6 a 14.9 por ciento.
La tendencia de China en el mercado estadounidense estuvo influida notablemente por las políticas del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, quien impulsó una guerra comercial entre ambos países.
En 2016, el año previo al inicio de la Administración Trump, la participación de China en el intercambio de productos totales de Estados Unidos era de 15.9% (se redujo a 14.9% en 2020), en tanto que su participación en las exportaciones estadounidenses se incrementó de 8 a 8.7% y su porción en las compras estadounidenses retrocedió de 21.1 a 18.6% en la misma comparación.
Bajo el argumento de preocupaciones sobre las políticas de China en materia de propiedad intelectual, tecnología e innovación, entre otras, Trump implementó varias rondas de aumentos de aranceles y se definido a sí mismo como “el hombre arancel” (“Tariff Man”).
En 2016, el déficit en el comercio de mercancías de Estados Unidos con Chinas sumó 347,000 millones de dólares y, cuatro años después, este indicador se redujo a 310,800 millones.
Frente a China, el mayor exportador de productos del mundo, México tiene otra ventaja, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual entró en vigor en julio de 2020 y mantiene, al igual que su antecesor (el TLCAN), el comercio de bienes sin aranceles en la región.
En 2020, las exportaciones de mercancías de México a su vecino del norte totalizaron 325,394 millones de dólares, un descenso interanual de 9.1%, con un superávit en su balanza bilateral de 112,700 millones de dólares (el segundo mayor déficit de Estados Unidos, considerando países individualmente).
Por su parte, las exportaciones chinas a ese mismo mercado registraron un descenso de 3.6% interanual en 2020, a 435,449 millones de dólares, manteniendo el mayor saldo negativo para Estados Unidos.
Desde todo el mundo, las compras externas estadounidenses de bienes fueron por 2 billones 336,579 millones de dólares, una baja interanual de 6.4 por ciento.