La prórroga del último tratado de desarme nuclear vigente entre Rusia y Estados Unidos, el Nuevo START, estuvo en el centro de la primera conversación telefónica entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin.
La prórroga de ese tratado, por cinco años, es crucial para la desnuclearización de Europa. El parlamento ruso se apresuró a votar el miércoles la prórroga del tratado, sin dejar a la Casa Blanca que confirmara que efectivamente ambas partes habían llegado a un acuerdo.
En un ejercicio de pericia diplomática, el Kremlin se adelantó a Biden y dijo través de un viceministro de Exteriores, Sergéi Riabkov, que la renegociación se había hecho “en nuestras condiciones”.
El presidente estadounidense confirmó la prorroga del tratado Nuevo Start (Reducción de Armas Estratégicas, en inglés) por el que las partes se comprometieron hace una década a reducir su arsenal atómico en dos tercios, limitando a 1.550 ojivas y 800 lanzaderas las reservas de cada una de las partes.
En 2018, el Gobierno de EE UU se retiró unilateralmente de otro acuerdo, el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, acusando a Rusia de incumplirlo. Este prohibió la producción, tenencia y pruebas de vuelo de misiles de crucero lanzados desde tierra con una capacidad de alcance de 500 a 5.500 kilómetros. Washington destruyó después 846 misiles. Moscú, 1.846.
El Nuevo Start, negociado por Barack Obama en 2010, caducaba el 5 de febrero.